El socialismo es el control por parte de la sociedad, organizada con todas sus partes integrantes, tanto de los medios de producción y comunicación como de las diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en las mismas. El socialismo implica, por tanto, una planificación y una organización colectiva consciente de la vida social y económica. Subsisten sin embargo criterios encontrados respecto a la necesidad de la centralización de la administración económica mediante el Estado como única instancia colectiva en el marco de una sociedad compleja, frente a la posibilidad de formas diferentes de gestión descentralizada de la colectividad socialista, tanto por vías auto-gestionarias como de mercado, así como mediante el empleo de pequeñas unidades económicas socialistas aisladas y autosuficientes. Existen también discrepancias sobre la forma de organización política bajo el socialismo para lograr o asegurar el acceso democrático a la sociedad socialista a clases sociales o poblaciones, frente a la posibilidad de una situación autocrática por parte de las burocracias administrativas.
Las formas históricas de organización social de tipo socialista pueden dividirse entre determinadas evoluciones espontáneas de ciertas civilizaciones de carácter religioso y las construcciones políticas establecidas por proyectos ideológicos deliberados. De éstas se destacan, respectivamente, el Imperio Inca y la Unión Soviética.
Socialismo y comunismo
A diferencia de lo que sucede con el concepto de "comunismo" (término cuya utilización se remonta a Platón), en el cual la contribución a la producción común es libre y no planificada mientras que el consumo se vive en común, la palabra "socialismo" (que apareció por primera vez en 1834 bajo los auspicios de Robert Owen) describe la organización colectiva de la producción y la distribución en tanto el consumo permanece siendo particular. En el siglo XIX en proceso de proletarización masiva por el ascenso del capitalismo industrial, la idea socialista evolucionó como concepto e ideología de economía política proponiendo un sistema social, económico y político basado en la organización consciente (planificada) de la producción de acuerdo a unos fines preestablecidos de contribución al bien general: sería el denominado movimiento socialista (en algunos lugares movimiento para la reforma del trabajo).
Con el surgimiento del "marxismo", los medios socialistas y los fines comunistas son absorbidos y reformulados dentro de una sola doctrina que entiende ambos sistemas como dos pasos históricamente necesarios en el desarrollo de una sociedad escindida por la lucha de clases hacia una etapa comunista final sin clases. El movimiento comunista, que ya había surgido colectivistas de la Revolución francesa como movimientos remanentes (véase el comunismo de Babeuf y la Conspiración de los Iguales) y había dejado de ser un activismo social cambiante durante diferentes períodos históricos para convertirse en activismo político, se transforma en partido e ideología gracias a la introducción por parte de Karl Marx de las ideas de los doctrinarios socialistas (por entonces tomadas seriamente), adoptando un sólido cuerpo doctrinal del que carecía. Mientras que gracias al marxismo las ideas socialistas y comunistas se desprenden del idealismo y se unifican en un solo movimiento ideológico llamado Comunismo.
Historia
Origen del socialismo
La influencia de la ilustración y el socialismo utópico
El estudio del socialismo se inicia a partir de la Revolución francesa en 1789. En el siglo XVIII y XIX los principales países de Europa desarrollan el proceso de sustitución del feudalismo por el capitalismo como sistema económico, y los estados feudales se unen para formar las modernas Naciones-Estado.
Inglaterra fue la cuna del socialismo "utópico". Existen dos causas importantes que dan al socialismo utópico inglés su carácter peculiar: la revolución industrial, con su cortejo de miserias para el naciente Proletariado, y el desarrollo de una nueva rama de la ciencia: la economía política, concepto asociado a la búsqueda de dominio titular de las ciencias políticas.
En Francia tuvo un carácter más filosófico que en Inglaterra. Su primer representante fue el conde Henri de Saint-Simon, considerado por Engels el creador de la idea en estado embrionario que sería utilizada por todos los socialistas posteriores.14 Propuso la Federación de Estados Europeos, como instrumento político para controlar el comienzo y desarrollo de guerras. Al mismo tiempo Charles Fourier, concibió los falansterios (comunidades humanas regidas por normas de libre albedrío e ideologías económicas socializadas).
Los debates entre los socialistas clásicos
Poco después aparece la teoría comunista marxista que desde una teoría crítica del comunismo, desarrolla una propuesta política: el "socialismo científico". Karl Marx postula en una de sus obras la diferenciación entre «valor de mercado» y «valor de cambio» de una mercancía y la definición de plusvalía, siendo éstas sus mayores contribuciones a la economía política; no obstante, los economistas modernos no utilizan estos conceptos del mismo modo que lo hacen los seguidores de la escuela marxista del pensamiento económico, argumentando que la teoría expuesta por Marx no contempla la interacción total de la ciencia económica y se ve parcializada por el comunismo. Entre los socialistas hubo una muy pronta división entre marxistas y anarquistas los cuales eran la esencia más cercana a la ideología marxista. El marxismo como teoría recibió muchas críticas, algunas de ellas constituirán durante muchas décadas la base ideológica de la mayoría de partidos socialistas. Más tarde, a raíz de la Revolución rusa y de la interpretación que le dio Lenin, el leninismo se convertiría en foco de admiración de los partidos comunistas, agrupados bajo la III Internacional.
La teoría marxista se construye conjuntamente con el anarquismo. El anarquismo se podría inscribir dentro de los conceptos tempranos del socialismo, que como ideal busca que las personas decidan sobre sus vidas libre e independientemente; la abolición del Estado y de toda autoridad; exaltando al individuo
La meta del socialismo es construir una sociedad basada en la igualdad, la equidad económica, la iniciativa personal, la cooperación moral de un individuo, eliminando las compensaciones estratificadas por esfuerzo, promoviendo estructuras políticas y económicas de distribución como por ejemplo el seguro social.
El socialismo en el siglo XX
El socialismo alcanzó su apogeo político a finales del siglo XX en el bloque comunista de Europa, la Unión Soviética, estados comunistas de Asia y del Caribe.
Durante la segunda mitad del siglo XX fue de gran importancia para el llamado bloque socialista, que la Unión Soviética liberara a los países ocupados del Tercer Reich en el frente oriental durante la Segunda Guerra Mundial, pues estos mismos posteriormente adoptaron sistemas de gobierno socialistas que hicieron que el campo socialista alcanzara un amplio dominio.
Indicadores del desempeño de modelos políticos ajenos al modelo socialista durante el siglo XX son por ejemplo, los grandes avances en la tecnología y la promoción del desarrollo científico, como por ejemplo en los programas espaciales o los avances en tecnología militar.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la tensión militar-ideológica entre el bloque socialista, encabezado por la Unión Soviética, y el capitalista, encabezado por Estados Unidos, desembocó en un enfrentamiento político que se conocería como Guerra Fría. Se conoció de ella extraoficialmente y fue la competencia por la superioridad en todos los aspectos y lograr así el dominio completo (pero no directo) de la mayor cantidad de países. Culminó con la disolución política de la URSS, tras una crisis agravada por su situación económica y política y fuertes presiones externas, acompañada de una pronunciada crisis en los demás estados socialistas, principalmente los europeos, consecuencias propias del establecimiento de modelos socialistas y comunistas extendidos.
Una ideología, un grupo de ideologías
Existen diferencias entre los grupos socialistas, aunque casi todos están de acuerdo de que están unidos por una historia en común que tiene sus raíces en el siglo XIX y el siglo XX, entre las luchas de los trabajadores industriales y agricultores, operando de acuerdo a los principios de solidaridad y vocación a una sociedad igualitaria, con una economía que pueda, desde sus puntos de vista, servir a la amplia población en vez de a unos pocos.
De acuerdo con los autores marxistas (más notablemente Friedrich Engels), los modelos y las ideas socialistas serían rastreables en los principios de la historia social, siendo una característica de la naturaleza humana y sus modelos sociales.
En el marxismo-leninismo el socialismo es considerado como la fase previa al comunismo, por ello los procesos revolucionarios vividos por la Unión Soviética,Cuba y China se relacionan con esta doctrina, ya que, en el caso de la Unión Soviética nunca se logró alcanzar el comunismo, y en el caso de Cuba todavía buscaría alcanzar ese objetivo.
Este video les mostrara lo que se vendía por socialismo durante mediados del siglo pasado, con la Union de Repúblicas Socialistas Soviéticas y que llego a ser un modo de producción que regia una gran cantidad de países.